sábado, 5 de febrero de 2011
Nació MARXOPHONE, un colectivo dispuesto a revolucionar el mercado musical
Con tres artistas ya confirmados, nada menos que Refree, Fernando Alfaro y Nacho Vegas, nuestros amigos de I’M AN ARTISTS han decidido asociarse con algunos de sus artistas y lanzarse a la piscina de la producción musical despreciando las voces que aconsejan a todos no meterse en proyectos ambiciosos mientras dure esta maldita e interminable crisis. Pero si algo caracteriza a la gente de Tomás Heredero es su valentía y compromiso con la música arriesgada y de calidad. Desde CARAS B, le deseamos mucha suerte en este nuevo proyecto.
A continuación, el Manifiesto Marxophone:
“Tiene gracia. Aunque sabíamos que todo esto, o al menos algo parecido, iba a ocurrir, no habíamos sido capaces de convertirlo en algo concreto. Sin embargo, la realidad, tozuda como siempre, nos ha ido empujando y uniendo a distintos músicos en una idea parecida, en principio abstracta, muy vaga, sin nombre. Sin que apenas nos diéramos cuenta. Lentamente. Sin una intención predeterminada. Pero ha ocurrido. Estamos aquí. Hemos llegado. Por fin.
Hagamos historia. Desde hace años, cada vez se nos hacía más complicado perder tiempo y energías en discusiones, dudas y esperas. Innecesarias, agotadoras y casi siempre relacionadas con eso de fabricar discos. No era un problema con los sellos discográficos en general ni con las personas que se encargan de ellos, todas maravillosas, sino con la idea de sello en sí misma. Con su concepto. ¿Está agotado? Sinceramente, ¿es imprescindible tener un sello a estas alturas? ¿Son una ayuda o se han convertido en un obstáculo?
Así que, entre cerveza y cerveza, aquella noche en Barcelona, empezamos a hablar de autoeditarnos, de arriesgar, de volver a un momento fundacional, primitivo y atrayente. Autoeditarnos. Sonaba bien. Tomar decisiones. No esperar. Que las canciones fueran nuestras y de nadie más. No entrar en aburridas espirales sin salida, no esperar a unos royalties que en realidad nunca han existido ni existirán, sino tomar las riendas de nuestra propia obra. Preparar las canciones y grabar un disco sin mirar el calendario. Trabajar. Autoeditarse. Sonaba bien. No, no traigas cerveza, mejor trae ya el vino.
Pero, claro, había un problema, formulado siempre en forma de tópico: “los artistas no saben controlar sus negocios”. Bueno, ¡algunos sí! Y no es el lugar de explicar quiénes. Pero era cierto. No tenemos demasiado tiempo para encargarnos de la logística necesaria para editar un disco y para que la gente sepa al menos que lo hemos editado. La fabricación. La promoción. Eso asusta, y no tiene nada que ver con nuestro trabajo. Pero podían hacerlo los de I’m An Artist, que han participado en muchas de esas neblinosas conversaciones de bar sobre lo divino y lo humano, sobre la edición y la autoedición, sobre si la industria musical tiene algún futuro o debe reinventarse desde la base. Y están con nosotros y tienen ganas de lanzarse.
Hecho. Aquí estamos, en plena revolución, o simplemente en una modesta reforma (la discusión entre revolucionarios y reformistas también es eterna y apasionante y da mucho juego), preparados para experimentar y pensar en reinventar el negocio. Decidido. Como el nombre, y mira que ha costado encontrar un nombre. Este colectivo se va a llamar Marxophone, algo entre Parlophone y la revolución. Marxophone.
Hecho. Nos vamos a autoeditar. Y nos gusta. Y empezamos ya, el15 de noviembre, con “Matilda”, el nuevo disco de Refree.
Que no nos pase nada.
Gracias a todos”
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