La cinta "El jardinero fiel", del 2005, fue aclamada en los festivales de cine y le valió el Oscar a Rachel Weisz como mejor actriz de reparto.
Ahora, el director brasileño Fernando Meirelles trata de aprovechar su fama para apoyar a la industria cinematográfica de su país.
Meirelles firmó un contrato por tres años con el estudio Universal Pictures y su unidad Focus Features para producir cintas hechas en Brasil, tanto en inglés como en portugués.
Mientras la industria busca un nuevo mercado a nivel internacional, los recientes éxitos de Meirelles y la posibilidad de financiamiento extranjero, representan un gran impulso para ella.
"Fernando Meirelles puede ser actualmente el director brasileño con mayor prestigio internacional", dijo Alberto Flaksman, superintendente de comercio exterior de la Agencia Nacional de Cine (Ancine), que regula la cinematografía en el país. "Este es un reconocimiento a su talento e importancia... y podría significar una nueva fuente de ingresos".
El cine de Brasil se inició en la década de 1930 y tuvo su mejor momento durante la dictadura de 1964-1985, cuando el gobierno creó la empresa estatal Embrafilme para promover la cultura nacional como parte de un proyecto de desarrollo denominado "Gran Brasil". Exitos como "Doña Flor y sus dos maridos", cinta de Bruno Barreto realizada en 1976 que impuso un hito nacional con 11 millones de espectadores brasileños, y "Adiós Brasil", de Cacá Diegues, estrenada en 1979, representaron lo más destacado de la producción de la época.efe/ap
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