España y Brasil se han propuesto ampliar sus relaciones en el ámbito político, comercial y educativo. Ése es el compromiso adquirido este miércoles por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva y la vicepresidenta primera española, María Teresa Fernández de la Vega, quien propuso la conmemoración en 2011 del año de España en Brasil. Será un foro con actividades en el ámbito económico y cultural, en el que se fomentará la participación de la sociedad civil. Un año antes, Lula será el anfitrión de la Alianza de Civilizaciones, que celebrará su tercer foro precisamente en Brasil, y al que asistirá el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero.
Durante un encuentro "sumamente fructífero" con el mandatario brasileño, Fernández de la Vega agradeció el compromiso personal de Lula, que ha conseguido que el español se convierta en una lengua de oferta obligatoria desde 2005 en las escuelas brasileñas. Y también reconoció su decidido respaldo a la presencia de España en la próxima reunión del G-20, que se celebrará en Pittsburgh (EE UU) en septiembre.
Una visión similar
A la hora de abordar los efectos de la crisis económica y sus posibles vías de salida, ambos dirigentes apostaron por "impulsar un nuevo orden internacional", según afirmó De la Vega, quien añadió que Brasil y España tienen una visión "muy similar" sobre los criterios a aplicar para superar la crisis, que pasa por apoyar un orden internacional "más justo".
Brasil es la décima economía del mundo, aunque su población está severamente azotada por la brecha de la desigualdad, y forma parte del G-20. Pese a que durante el Gobierno de Lula se ha contenido la presión social, 28 millones de personas de sus casi 200 millones de habitantes viven por debajo del umbral de la pobreza.
Sobre las acciones para combatir el cambio climático, otro de los puntos de la agenda, la vicepresidenta subrayó que Brasil "debe ejercer un papel de liderazgo en la zona". En este sentido, ambos países intentarán adoptar una posición común enfocada a lograr un consenso en la conferencia de Copenhague de diciembre, en la que se adoptarán nuevos topes de emisión de gases de efecto invernadero más allá de 2012, cuando concluya la primera fase del Protocolo de Kioto.
Al referirse a la crisis política en Honduras, Lula y De la Vega han coincidido en la necesaria restitución del orden constitucional y en la búsqueda de decisiones para presionar al Gobierno de Micheletti para el retorno del depuesto presidente Manuel Zelaya, al país. "Hay que dejarle claro a Micheletti que esa es la posición", concluyó De la Vega.elpais.es
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