miércoles, 11 de marzo de 2009

Los brasileños Yamandú Costa y el Duo Assad arrasaron en el III Festival de Guitarra de La Laguna


Dúo Assad, son reconocidos en el mundo entero por su virtuosidad técnica, su precisión en el ensamblaje y su sensibilidad musical y estilística, y que ahora llegan al Archipiélago de la mano del Ayuntamiento lagunero.

Uno de los puntos calientes del III Festival La Guitarra La Laguna se produjo el pasado viernes, coincidiendo con la presencia en la ciudad de los adelantados del brasileño Yamandú Costa, quien una vez más apasionó a los asistentes con su música multicultural e improvisada, donde un concierto nunca se parece a otro y en el que ejecutó desde música brasileña a ritmos caribeños, pasando por el flamenco.

El público, que prácticamente completó el aforo del teatro Leal, vibró con la guitarra de Costa, que, a pesar de su juventud, es uno de los artistas internacionales más valorados en la actualidad, pues en él se aúnan virtuosismo y pasión al mismo tiempo. Y no menos apasionado fue el concierto de Javier Infante, que también es uno de los artistas canarios que más se prodiga fuera de las islas.

DÚO ASSAD

Bajo la tutela de su padre mandolinista, Sergio y Odair Assad descubrieron el mundo de la música brasileña cuando eran todavía unos niños. Su extraordinario don para ser capaces de tocar juntos apareció a una edad temprana y los dos hermanos estuvieron siete años con Monina Tavora, quien los educó bajo la tradición clásica de su maestro Andrés Segovia.

En 1973, los Hermanos Assad ganaron el concurso de jóvenes solistas de la Orquesta Sinfónica de Brasil y comenzaron, al siguiente año, una resplandeciente carrera de solistas.

Su fama se extendió por Sudamérica, Estados Unidos, Europa, Asia y Australia. A todos los lugares que llegaban generaban entusiasmo y admiración. Compositores como Radamés Gnattali, Marlos Nobre, Francisco Mignone, Nikita Koshkin y Astor Piazzolla, les dedicaron piezas midiendo su talento y su prodigiosa personalidad.

Es un dúo de guitarristas reconocidos en todo el mundo por su virtuosidad técnica, su precisión en el ensamblaje y sensibilidad musical y estilística, Sergio y Odair Assad son considerados por muchos el mejor dúo guitarrístico del mundo. Se dice que los Assad han revivido la música instrumental brasileña. 

Los Assad fueron reconocidos por las audiencias norteamericanas en 1969, cuando visitaron el país bajo la tutela del programa Entendimiento para la Juventud. Desde entonces se han presentado en las más importantes salas y ciudades de Estados Unidos y Canadá; con apariciones adicionales alrededor del mundo, incluyendo compromisos en Francia, Alemania, Austria, Bélgica, Italia, España, Portugal, Suiza, Holanda, Escandinavia, Australia, el Lejano Oriente y su nativo Brasil.

El otoño de 1993 marcó su quinta gira consecutiva en Norteamérica, que incluyó apariciones en Miami, Dallas y una aparición en la Sala de Conciertos del Carnegie Hall de Nueva York.

La más reciente grabación de Sergio y Odair Assad con la casa de discos Nonesuch incluye obras de Bach, Rameaur, Coupedin y Scarlatti. Sus dos anteriores grabaciones con la misma casa, incluye música de compositores latinoamericanos que recibió favorables críticas del público en general y de críticos de música.

YAMANDÚ COSTA

La revelación más grande de la guitarra brasilera en los últimos años, el gaucho Yamandú Costa nació en la ciudad de Passo Fundo. Hijo de la cantante Clari Marson y del trompetista y guitarrista Algacir Costa, Yamandú creció en medio de la música. 

A los cuatro años, cuando su familia se presentaba en un bar en Porto Alegre, su padre llamó al niño al escenario a cantar. A los siete, Yamandú -que en tupí-guaraní significa “precursor de las aguas”- empieza a aprender los primeros acordes en la guitarra. Después de dos años, cuando se presentaba con un primo en un bar en el nordeste de Brasil, Yamandú descubrió lo que se transformaría en la base de su música: la improvisación.

Al “abandonarlo” en el escenario cuando interpretaban Marina de Dorival Caymmi, su primo provocó nerviosismo en el niño que, al no saberse la música, empezó a improvisar. Bajo las protestas de los padres, Yamandú abandonó los estudios y empezó a dedicarse íntegramente a la guitarra, exigencia impuesta por su padre. 

A partir de ahí empezó a estudiar teoría con el mismo padre y, en la bohemia nocturna, aprendió a sacar música de oído. Sus mayores influencias son Tom Jobim, Astor Piazzolla, Radamés Gnattali, el guitarrista argentino Lúcio Yanel, el sonido regional gaucho y canciones tradicionales latinoamericanas. En su presentación en el Free Jazz de 2001, arrancó múltiples aplausos de la platea, mostrando su estilo y presencia escénica con energía. En el mismo año, lanza Yamandú, su trabajo de estreno.




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